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El blog de Luthipiero : Todo sobre Magia y Les Luthiers

la NO cronica de Alicante Magico 2008

la NO cronica de Alicante Magico 2008

                    

                                                                             

 Pues eso, que diría Miguel AJO; que tras mucho darle vueltas a cómo hacer una crónica de Alicante Mágico ‘08 para La Dama inQuieta, he llegado a la única conclusión posible: ¡debo escribir una no-crónica, en vez de una crónica! Además, ¿no acaba de hablarnos el propio Miguel AJO del no-cambio como la mejor forma de cambiar una baraja? Digo yo que no es tan rara la idea, ¿no? Aunque, bien pensado, quizá ambos hayamos plagiado al gran Magritte… 

                                    

                   Esto no es una pipa, de René Magritte 

 La razón fundamental para no poder escribir una crónica de lo que ocurrió en Alicante durante los pasados 4 y 5 de julio es bastante evidente: ¡una crónica se quedaría evidentemente muy corta, porque este evento merece ser recogido en un libro! Y es que precisamente la idea del libro sobre Alicante Mágico ‘08 surgió en cuanto empecé a pensar en lo difícil que sería recoger en unas pocas páginas todo lo que iba a ocurrir en esos dos días; y no sólo lo que ocurriría, sino la trascendencia que podría tener aquello en la magia española.

  ¡Cómo nos reímos Gea, Ricardo Rodríguez y yo, al iniciar nuestra ruta hacia Alicante, sobre si aquello iba a ser “histórico” o no! Gea se mofaba -con la humildad de quien piensa que su trabajo no merece un reconocimiento especial- de las altas expectativas que se estaban expresando alrededor de las jornadas. Yo procuraba pincharle un poco, aunque comprendía que en parte le acompañaba la razón; quizá habíamos hinchado demasiado un globo que podía estallarnos en plena cara… 

 A pesar de todo, creo que aquella intuición de que Alicante Mágico podría resultar un punto de inflexión, una referencia que permitiese distinguir un antes y un después de su celebración, era atrevida pero a la vez acertada. Las primeras reacciones expresadas por los asistentes al finalizar las jornadas así lo sugieren, hablando muchos de ellos de haber sufrido una “caída del caballo” en sus planteamientos como magos. 

 Pero en definitiva sólo el tiempo pondrá las cosas en su sitio. Pero, como le dije a Gea, la Historia comienza con la escritura. Así que si quiero contribuir a que Alicante Mágico sea “histórico” no tengo más remedio que escribir sobre ello. Y la primera ocasión que tengo para hacerlo es redactar esta insuficiente y pretendidamente limitada crónica (es decir, esta no-crónica) para La Dama inQuieta, este foro en el que tan mimado me siento.

                                                     

                          Gea haciendo Historia (foto Pinky)

Así que, con el pensamiento puesto en el libro que -con la colaboración de muchos- ya se está gestando, vamos ya con esta primera, breve y probablemente muy burda aproximación a los hechos. 

1) La visita de un viejo amigo 

 ¿Cómo voy a escribir un libro sobre lo ocurrido a lo largo de dos días si durante el primero de ellos estuve sufriendo un cólico nefrítico? No era un obstáculo definitivo, pero sí un grave contratiempo nada más empezar. A 100 kilómetros de Madrid, discutiendo en el coche con Gea y Ricardo sobre la “historicidad” de lo que íbamos a vivir, empecé a notar que mi viejo amigo me visitaba por quinta vez; ese punzante dolor de riñones es inconfundible… Total, que cedí el volante a un sorprendido Ricardo, me tomé un par de buscapinas y me tiré en el asiento trasero con la esperanza de no acabar en el hospital. ¡Mal empezaba mi proyecto, si no iba a poder enterarme de nada! Aunque mi afán de aprovechar el tiempo me hizo sacar en limpio un posible título para el libro: “Colicante Magifrítico”. Me sonaba bien, aunque resultaba demasiado egocéntrico… 

 Ya en Alicante, las dosis máximas de buscapina mitigaban el dolor, pero para disfrutar debidamente de la conferencia de Gabi aquello no era suficiente. Una cosa era aguantar en mi butaca, con un dolor más o menos soportable, y otra muy distinta el disponer al cien por cien de ojos, oídos, corazón y cerebro para poder captar toda la belleza y las sutilezas de sus “Secuencias”: las Damas/Comodines (o El juego de Dolores), su Final para reyes cazadores -con la sorprendente propuesta final de Tamariz-, tantos y tantos detalles…  Y no digamos si no merece la pena estar en plenas facultades para degustar al máximo las esencias de la sorpresa que Gabi trajo para vender en Alicante: ¡su versión de la mismísima Dama inQuieta

 

                                  

         Gabi y sus Dolores  (foto Danet) 

 No, no se puede escribir sobre Gabi sin haberte enfrentado a su conferencia en plenas facultades físicas y mentales. Sería muy injusto hacia él, y yo no estoy en condiciones de hacerlo. Hoy, para esta no-crónica, no lo estoy. Pero aunque parezca magia, enseguida lo estaré. Como entre magos no queda tan feo revelar secretos, desvelaré que cuento con la ayuda del experto Dr. Brainwave, mi viejo confidente, que bajo hipnosis extraerá de mi subconsciente cada una de las medidas palabras de Gabi, y cada uno de los etéreos movimientos de sus manos… 

 Es uno de mis principales retos para el libro, pero metáforas aparte cuento con los recursos adecuados para hacerlo. Alicante Mágico ‘08 no se puede entender sin valorar el gran impacto que produjeron las ideas y la figura de Gabi en muchos de los asistentes, como se recoge en las valiosísimas encuestas y valoraciones que ellos mismos me están enviando por correo electrónico. 

 Pero mientras culmino esa tarea, lo único que puedo hacer por los más impacientes es remitirles a lo que escribí cuando Gabi expuso sus Secuencias en la SEI de Madrid: 

             http://www.damainquieta.com/daivernon/foro/viewtopic.php?t=10016 

 Aunque, por supuesto, cada conferencia de Gabi es diferente a las demás. Algo parecido a la Noelia de Miguel AJO… 

2) Las cosas, ¿en su sitio? 

 Como no acababa de encontrarme bien, aproveché el descanso entre la conferencia de Gabi y el comienzo de la de Camilo para huir a un hospital cercano y pedir que me inyectaran y prescribieran los potingues adecuados. Tuve incluso que rechazar la amable oferta que me hizo Paloma (doctora muy simpática y con mágico nombre), para que me quedara ingresado allí. ¡Si no hubiese pagado ya el hotel, ni me lo habría pensado! Por si me quedaba alguna duda, Paloma me dijo que ella no se quedaría de guardia. Así que no había más que hablar: ¡no podía perderme a Camilo, y menos a cambio de una aburrida noche de hospital! 

 Los pinchazos y la medicación me permitieron incorporarme más o menos entero a la conferencia de Camilo -que empezó con un oportuno retraso-, y a su Gala Unipersonal, así como estar ya en plenas facultades durante el sábado. Después de todo, los daños no fueron tan grandes: ¡he de reconocer que de todos mis cólicos en éste es en el que más entretenido he estado! 

 Pero vayamos al grano. La conferencia de Camilo Vázquez tuvo la misma característica que su persona: el alejamiento de toda convencionalidad. Comenzó presentando lo que horas después constituiría la primera parte de su Gala: sus versiones de La carta que se ruboriza, Los aros chinos y Los once billetes (de Kaps), y como final su Billete al interior del pan

                            

                                       

    Camilo haciendo el pavo   (Foto Fernando Ferrando) 

 

 Dejando aparte la transformación de una toalla en un pavo desplumado, el punto fuerte de la conferencia de Camilo estuvo en la explicación, completa y detallada, de su viaje del billete al pan. Explicación que prometió publicar muy pronto, quizá -anunció- en el propio libro sobre Alicante Mágico; no hace falta decir el brinco de alegría que me produjo escuchar aquello. También describió los entresijos de su versión de la carta ruborizada. en relación a los aros chinos y los billetes sólo comentó algunas ideas relacionadas con la historia de ambas rutinas y con su presentación personal de las mismas, salpicadas de detalles y anécdotas relacionados con ellas. 

                             

     Clímax del Billete en el pan   (Foto Fernando Ferrando) 

 

 Y hablando de anécdotas, el gran Daroca (a quien conocí esa misma tarde, lo cual supuso una de las grandes alegrías del día) me ha pedido que cuente una de las más divertidas e insólitas de las que contó Camilo. No sé si tengo derecho a hacerlo, pues las anécdotas forman parte de la propia conferencia; así que intentaré comentarla sin terminar de destiparla: ocurrió que, tras rematar una sesión en el Cafetín Croché (mítico pub mágico del Escorial) con el exitoso viaje del billete al pan, nuestro genial gallego se dirigía a su casa cuando descubrió en su poder el billete -firmado- de 50 euros que le habían prestado para el juego. Camilo es un hombre de principios, que distingue lo que es robar un toallero en un hotel de lo que significa no devolverle 50 euros a un espectador; así que se devanó los sesos pensando cómo podría localizar al tipo aquél para devolverle su billete. Y, lo que más loco le tenía, ¡no se le ocurría cómo demonios habría podido viajar ese billete hasta su propio bolsillo! 

 La narración anterior es equivalente al “efecto” en un texto de ilusionismo. En realidad, lo más interesante -y gracioso- de la anécdota era su explicación, tan lógica y coherente como las de los libros de magia. Pero no la desvelaremos aquí, por respeto a los espectadores de las próximas conferencias de Camilo. Lo que no puedo dejar de señalar es la que para mí es la moraleja de la historia: ¡que a nadie le gusta tener en su cartera un billete con garabatos! (al menos, si lo comparamos con un billete sin garabatos) 

 Tras la conferencia, pausa para cenar. Y, de vuelta, la Gala Unipersonal protagonizada de nuevo -y programada como homenaje a su figura- por Camilo. Gala y que, como ya hemos dicho, tuvo como primera parte el mismo repertorio que la conferencia. El hecho de compartir las gradas con el público profano permitió a los magos comprobar las reacciones espontáneas a las rutinas de Camilo, llenas de risas y aplausos.                             

       Salud, dinero y amor   (Foto Fernando Ferrando)          

 Especial emoción tuvo para los espectadores magos la repetición del efecto del pan, sobre todo porque un papelito que cayó accidentalmente al suelo en el momento culminante hizo creer a muchos magos que el juego iba a fallar. Cuando el billete del espectador apareció en su destino correcto, todos suspiraron aliviados; ya explicaremos lo que de verdad ocurrió, cuando tengamos más tiempo, porque Camilo nos lo contó dos días después. De momento, dejaremos sembrada la duda de si dejó caer el papelito a propósito, haciendo un guiño de suspense a los magos…

 Un descansito, y vino la segunda parte de la gala. En mi opinión, con lo mejor del repertorio de close-up de Camilo: la Rutina de Montecarlo (incluyendo el maravilloso cambio de color de un dado gigante en el final de la rutina, para mi gusto uno de los dos instantes mágicos más intensos de las Jornadas) y la Rutina de carta ambiciosa con el -mítico- final del viaje de la carta firmada al interior de una botellita de whisky. Tremenda ovación final, con todo el público en pie, que cerró la gala. 

            

                       

             Ovación final a Camilo   (Foto Fernando Ferrando) 

 Otra cosa pendiente de ser contada, en el capítulo de las “anécdotas camilenses”, es la peregrinación posterior con el whisky, el vaso y los hielos que nunca se derritieron… ¡la de cosas que le ocurren a este hombre! 

 Pero antes de cerrar este capítulo -y con él el conjunto de las aventuras del “sábado nefrítico”- hay que explicar el propio título del mismo. Aparte de hacer un juego de palabras con la personalidad de Camilo y sus característicos “efectos viajeros”, pretendía expresar que, por muy saludable y atento que hubiese estado yo esa noche, el homenaje a Camilo se merece mucho más que una pequeña crónica de sus muchas y deliciosas aportaciones a estas Jornadas. La relevancia de su figura exige que nos detengamos a examinar su trayectoria, su personalidad singular y su relevante papel en la magia española de los últimos cuarenta años. 

 Y eso se sale de las posibilidades de este pequeño trabajo, por lo que queda también pendiente y justifica que sobre Alicante Mágico se escriba con más detenimiento. 

3) Desayuno con diamantes (y el resto de los palos) 

 No se levanta uno todos los sábados en la misma habitación de hotel que un presidente, ni tiene la suerte de comenzar el día con un regalo. El caso es que al regresar a la habitación -cuando salí de la ducha- me esperaba la figura de un Manolo Talman sentado sobre su cama, en postura de yoga y bastante ligero de ropa (afortunadamente, no llegaba a la máxima ligereza posible). Delante suyo, sobre la cama, unas cartas desparramadas y el estuche. Y su regalo para mí: “Pablo, anoche ideé una versión de un juego de Joaquín Matas que te voy a regalar para tu libro; mira, a ver qué te parece”. 

 Y allí mismo -y con esas pintas- me enseñó el juego, una limpísima secuencia de “damas caníbales” que hacen desaparecer uno a uno tres ases firmados para que viajen, junto con el cuarto, al interior del estuche. Agradecido y emocionado de lo que suponía disponer de esa rutina para el libro, fui lo bastante considerado como para no filmar ni fotografiar a Manolo mientras la realizaba. Así que postergamos la grabación para la mañana del domingo, en una mesita baja y -para evitar la obvia misdirection- con algo más de ropa.

  Minutos después, mientras desayunábamos en el fantástico bufet del hotel, apareció Ricardo Rodríguez con el semblante de quien acaba de pasar por un trance peligroso. No era para menos: ¡nadie nos había avisado de lo peligroso que podría resultar para un varón enjabonarse deprisa llevando puesta una de esas “pulseritas gillette” que servían para identificar a los inscritos en las jornadas! Sólo de pensarlo me da grima, viniéndome a la cabeza las escenas de la  mezcla de sangre y agua en la ducha de Psicosis… ¡brrrr!

Eso le pasa a Ricardo por tomarse tan en serio su trabajo; al percatarse de que estaba tardando demasiado en ducharse porque horas después debía dar su conferencia, se dijo: “¡Venga, Ricardo, al tajo!” Y vaya si fue literal la cosa… Por respeto al lector, omitiremos las fotos del suceso. Bueno, también las omitimos porque no las hemos conseguido, pero eso es lo de menos. Lo más cercano de lo que disponemos es de un audio de la anécdota, que de momento guardaremos en la caja fuerte. Ilustraremos este punto con una relajada foto de Ricardo tomada el domingo, ya bastante recuperado de su percance.                        

            Ricardo recuperándose     (Foto Pinky) 

 

4) El farero de Alicante 

 Impresionante, como ya lo han expresado decenas de testigos. Impresionante, Miguel Gómez, como siempre. Con una humedad que producía pesadillas en las mentes de los mejores cartomagos del país, este tío se permitió realizar, en mesa y mientras hablaba sonriente, nada menos que ¡ocho mezclas americanas en faro perfecta! Ya lo comentaba jocosamente Jose QueSoyYo la víspera, mientras cenábamos: “¡Dice Miguel Gómez que no le gusta nada esa faro automática que hacemos todos!”  Y es que, como ya se ha dicho tantas veces, para Miguel toda dificultad (incluso toda aparente imposibilidad) técnica no supone otra cosa que un reto atractivo al que dedicar cientos de horas.

 

 Nos hemos colado ya en su conferencia, que como todo en esta no-crónica esbozaremos muy ligeramente. Siguiendo el esquema clásico, a una primera parte de juegos -iniciada con un anticipo de su trabajo sobre cartomagia clásica- siguió una interesantísima intercalación (otra vez la idea de faro) de explicaciones de los juegos y de ideas teóricas, encuadradas en el diseño de un “método para construir tus propios juegos”.               

            Sin despeinarse   (Foto Fernando Ferrando) 

 Ya habrá ocasión de volver sobre la espléndida conferencia de Miguel y de la estupenda  acogida que recibió. Pero no quiero dejar de señalar dos cosas: la primera, que las impresionantes cualidades técnicas que alcanza quedan muy por debajo de sus cualidades humanas; su sonrisa, su humor, su serenidad y su templanza -unidas a sus grandes y siempre pacíficas manos- siempre contribuyen a crear un buen ambiente, eliminar celos y divismos, y poner tranquilidad donde sin él quizá habría nervios y tensión. 

 Y el segundo detalle, que no puedo dejar de comentar en este breve resumen de Alicante Mágico porque desde mi punto de vista supuso el instante más mágico del mismo. Si me pidieran que escogiera los tres segundos más emocionantes -desde el punto de vista mágico- de las jornadas, me quedaría sin duda con la materialización del cuarto as en su rutina del Empalme invisible. ¡Qué belleza, qué movimientos, qué milagrosa “visibilización” de una carta bajo una mano que se había visto vacía! 

 Que se queden con las ocho faros en mesa los forofos de la técnica; yo me quito el sombrero cuando esa increíble técnica se pone al servicio, como en esos tres segundos, de la materialización de la magia bajo la forma de un sueño real. ¡Chapeau, Miguel! 

5) Magia de altura

   No derrocho imaginación con este título, simplemente transcribo el de las mal llamadas “notas” de la conferencia de Ricardo Rodríguez. Y lo transcribo porque, dejando aparte el juego de palabras que hace Ricardo con su estatura -reflejado a su vez en la divertida portada, obra de Alberto de Figueiredo- refleja fidelísimamente lo que supone su trabajo. 

 Tuve la enorme suerte de recibir un ejemplar de “Magia de altura” en Almussafes, de manos del propio Ricardo. El libro estaba calentito, recién terminado, y disponer de él -con la idea de ir escogiendo algún material para el libro de Alicante Mágico- era un honor inesperado, para el que yo no había hecho ningún mérito. 

 Pero la generosidad de Ricardo no sólo estaba en el gesto que acababa de tener conmigo. Estaba -y está-, en mayor medida si cabe, en el contenido de ese trabajo. Estamos hablando nada más y nada menos que de cinco de sus mejores rutinas profesionales, empezando por su fabulosa versión del Chop-cup, continuando por su divertidísima presentación (a modo de concurso televisivo) de la Carta en la cartera, siguiendo por su preciosa “En todas partes… y en alguna“… ¡y así hasta cinco!              

          Ricardo Rodríguez  (Foto Ana Sánchez) 

 Pero en su libro -estamos hablando de 75 páginas- Ricardo Rodríguez no se limita a exponer hasta los mínimos detalles (técnicos y de presentación); integra sus rutinas en un completo sistema teórico en el que éstas suponen ejemplos coherentes, sin concesiones a la galería, de aplicación práctica de sus ideas. Las cinco rutinas se abren con una exposición teórica, se exponen bajo ese contexto y se cierran con comentarios que ayudan a interpretar las ideas aplicadas en esas páginas. 

 Un trabajo inmenso, un regalo inmenso el que Ricardo ha preparado bajo el engañoso aspecto de unas notas de conferencia. Tan inmenso que, antes de que le llegara su turno, le dije que no sabía cómo iba a ser capaz de exponerlo en dos horas. Sinceramente, es tanto lo bueno que hay ahí dentro que… ¡se necesitan más del doble!               

                                   

             Ricardo firmando su trabajo   (Foto Pinky) 

 Me da rabia pensar que, por ser generoso, Ricardo haya podido salir perdiendo algo. Con el mismo material podría montar perfectamente dos conferencias diferentes, teniendo así más tiempo para explicar sus ideas teóricas. Sólo puedo desde aquí darle las gracias por su espléndido trabajo, y felicitar a todos los que compraron sus notas. Por muy poquito dinero, han accedido a los secretos de uno de los más grandes. 

6) Pedazo de homenaje 

 Tras la charla de altura, pausa para comer que algunos aprovecharon para sorprender con sus magias a una guapa cajera oriental (hay un vídeo ciculando por ahí). Y, por la tarde, la triple conferencia que cerraba la parte del congreso cerrada al gran público. Nada menos que el “Homenaje a grandes cartomagos españoles”, de Miguel Ángel Gea (homenajeando a Gabi y a Miguel Aparicio), Miguel AJO (a Miguel Gómez y Arturo de Ascanio) y Jose QueSoyYo (a Juan Tamariz y José Carrol). Y, al igual que en el estreno de la conferencia, dos de los homenajeados se hallaban presentes en la sala.                        

             El bueno, el feo y el malo   (Foto Ana Sánchez) 

 En una primera aproximación a esta inolvidable e histórica (lo siento, Gea) conferencia, formada por un puñado de formidables rutinas y un ramillete de ideas teórico-prácticas, bastaría con releer lo que ya escribí cuando la estrenaron en La Barranca 2007

            http://www.damainquieta.com/daivernon/foro/viewtopic.php?t=10143 

 Aunque entraré más a fondo en el libro, es imprescindible anticipar que la reacción del público a tan buenas enseñanzas fue tan brutal como era de esperar. Y me atrevo a interpretar que el formidable aplauso que despidió a Gea, Miguel AJO y José no sólo aplaudía su trabajo y homenajeaba a los seis maestros citados en el mismo; tampoco se limitaba a premiar las grandes rutinas y el esfuerzo formal de presentar incluso una parte de la conferencia como ejemplo exitoso y sorprendente de las propias teorías que se estaban explicando. 

 No, no sólo se aplaudía eso. En mi opinión, se estaba agradeciendo un congreso en el que siete grandes de la magia española desnudaron generosamente su forma de ver este arte, mostrándonos por qué lo aman y cómo han conseguido ser correspondidos por él. 

 Es posible que sea el único congreso abierto (o certamen, o jornadas, el nombre es lo de menos) al que yo he asistido en el que, siendo tan fantásticos los juegos y las rutinas explicadas, ninguno de ellos pueda ser trasladado a mi tapete o al de cualquier otro de los magos asistentes. El primer congreso en el que no compro nada (aunque habría comprado todas las notas si no las hubiera tenido ya), en el que no me invaden las ganas de “tener” tal o cual juego que parece fácil y espectacular y que acaba perdido en el cajón de la pereza personal. 

 Es el primer congreso en el que, en definitiva y como muchos otros han señalado ya, lo que se ha transmitido es que la magia se dignifica cuando se la ama, se la estudia y se establece con ella una relación personal. Sin pretender ofender a nadie, las jornadas de Alicante Mágico han supuesto una especie de “Ejercicios espirituales” para devotos de la magia. Y, como en el caso de la fe religiosa, hay que procurar que la llama de la euforia con la que se va uno a su casa sea alimentada cada día, para mantener siempre encendido el rescoldo que nos anime a disfrutar mejorando nuestra magia.    

7) Cierre de Gala 

 La Gala que cerró las jornadas, con un auditorio abarrotado de público, fue apoteósica. Pero no voy a hablar aquí de ella. Esta especie de crónica que en realidad no quiere serlo es ya muy larga, y va siendo hora de cerrarla. Siempre pueden continuarla otros… 

 Por dejar constancia de algo, diré que actuaron, en orden de aparición: Gea, Miguel AJO, Gabi (cerrando la primera parte), Jose QueSoyYo, Ricardo Rodríguez y Miguel Gómez. Que cada uno de ellos fue presentado mediante un breve vídeo, currado especialmente para la ocasión por Javi Santos (Smiley para los amigos). Que abrió Gea enganchando al público con su fuerza vital, y que cerró Miguel Gómez haciendo sacar la bandera blanca al infame caballo lógico. Que quienes no aportaron evocación aportaron belleza, engaño, humor, poesía o ganas de vivir. Y que los seis, utilizando exclusivamente las cartas -cuestión que podríamos discutir aparte- consiguieron un éxito rotundo, logrando hasta que los ciento y pico magos presentes entre varios cientos de profanos disfrutaran del misterio de la magia tanto o más que ellos. 

 Ya contaremos más despacio esta gala, en otro lugar. Pero, a petición de Daroca, reproduciremos junto a una foto de cada artista el texto del vídeo que sirvió para presentarle: 

 Artista, poeta, gamberro, filósofo y bufón, es el Jóker de la cartomagia española. Su mayúscula persona se confunde con su magia: vital, potente, generosa, sensorial, inmediata, apasionada, y, sobre todo… ¡loca!  

 Su desbordante locura, sus poemas visuales y la surrealista belleza de sus ideas dan sentido a su Magia como mensaje de radical y contagiosa utopía; la vital utopía de… Miguel Ángel Gea. 

              

             Miguel Ángel Gea  (Foto Fernando Ferrando) 

 Toda su Magia comienza en un reto imposible, metáfora de un sueño romántico. Implicando el corazón en la cruzada invoca a sus maestros, entrena nuevas técnicas, pide rezos a sus fieles y diseña una batalla singular en la que para vivir deberá triunfar.  

 Limpieza, tesón, coraje, inconformismo, humor, palabras precisas… nuestro héroe siempre acaba conquistando el castillo del milagro. Y cuando su amada Noelia le retire el casco, reconoceremos el rostro de… Miguel AJO.                  

             

                 Miguel AJO  (Foto Ana Sánchez)

 Sus viajes al frío y a las estrellas ocasionalmente acercan a nuestro mundo a este mítico cometa de la Magia española, en eterna lucha contra sí mismo: amor y odio, cabeza y tripas, inspiración y disciplina combaten en él mostrándole que sólo la renuncia convierte al artista en maestro de las sensaciones.     

 Su atormentada pasión y sus opciones vitales son los átomos de cada una de las imposibles moléculas mágicas que con mimo y cariño a sus espectadores regala… Gabi. 

              

                Gabi  (Foto Fernando Ferrando) 

 O firmó un pacto con el diablo o es el diablo en persona. Vigilando sus ojos de corderito verás fugazmente la mirada del viejo zorro, del monstruo del arte del engaño. En sus manos un juego de manos se convierte en un crimen perfecto, en verdadera magia que parece ocurrir sola. 

 La inocencia es su disfraz y la emoción su señuelo; sin pases, varitas ni conjuros, el mágico robo del siglo siempre pilla cerca y con coartada, sonriendo burlón, a… Jose QueSoyYo  

           

             Jose QueSoyYo  (Foto Fernando Ferrando) 

 A veces delicado, a veces picarón; a veces serio, a veces descarado. Pero siempre elegante, fino, tranquilo y reposado. Prepara y estudia con milimétrica precisión cada uno de los juegos de su repertorio hasta pulir cada gesto, cada frase, cada mirada, cada silencio. 

 Su Magia es bella, sutil, limpia y serena, comprometida con la sensación de milagro que te hace dudar de ti mismo y de lo que acabas de ver. Su Magia es esencia de embrujo. Y su nombre es… Ricardo Rodríguez. 

              

           Ricardo Rodríguez  (Foto Fernando Ferrando) 

 Las más bellas mujeres quisieran ser naipes para disfrutar del tacto y del manejo que sus manos les dispensan. No hay límites para sus dedos, que sin esfuerzo visible convierten la baraja en metáfora del milagro.

  Maestro amable de mirada serena, la dificultad le provoca una sonrisa. Su respeto y su amor por la Magia más pura, sin colorantes ni edulcorantes, hacen que sea un verdadero placer degustar las creaciones de… Miguel Gómez. 

           

           Miguel Gómez  (Foto Ana Sánchez) 

 Y, por último, la foto del cierre de Alicante Mágico ‘08, con los siete magos que lo protagonizaron y Ángel Valera, el loco que un buen día se propuso organizarlo y no encontró la forma de pararse a sí mismo. 

           

           Clímax de Alicante Mágico ‘08  (Foto Ana Sánchez) 

8) Fin de fiesta

 

 Recogida, aventuras nocturnas con el coche, cena de madrugada, refresco junto al puerto, canciones subidas de tono, filmaciones matutinas, resacas, despedidas, más aventuras con el coche, interesantísima sobremesa de domingo con Camilo, más despedidas, viaje de vuelta, más conversaciones con Ricardo y Gea

 

 Acabo con la sensación de haber escrito muchísimo sin haber contado nada; sobre todo, sin haber contado lo importante. Señal obvia de que queda mucho, casi todo, por ser escrito. Y me alegra saber que cuento para ello con todos los que ya me han mandado fotos, vídeos de sus aventuras callejeras, relatos de sus anécdotas, impresiones y valoraciones sobre todo lo acontecido… A partir de ahí y de todo lo que puedo rememorar, volveré a trasladarme frente a aquel auditorio las veces que haga falta, hasta que todo lo importante haya sido contado o analizado. 

 Y no puedo cerrar esta no-crónica sin mencionar unos cuantos nombres propios. No me refiero solamente a los de los magos que, pudiendo estar en el escenario, acudieron a Alicante en calidad de congresistas, elevando con su presencia y con sus “magias de pasillo” el ya de por sí elevadísimo nivel de las jornadas: nombres como Manolo Talman, Woody Aragón, Rubiales, Joaquín Matas o Alberto de Figueiredo, a modo de ejemplo. 

              

     Woody Aragón, magia entre bambalinas  (Foto Pinky) 

 No, no sólo me refería a esos nombres, o los de los otros muchos congresistas (ponga aquí su nombre, si estuvo usted por allí) que aportaron lo que estaba en sus manos para hacer de esos dos días algo memorable. Me refería también, y muy especialmente, a las cuatro personas que, en la medida en que he tenido acceso a las bambalinas, me consta que se lo han currado todo: Ana, Javi, Bárbara y, por supuesto… el loco

          

 Los currantes de Alicante Mágico ‘08  (Fotos Pinky y Ana Sánchez) 

  Esto ha sido agotador. Nos vemos en el libro. ¡Fin!

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